La ictericia es la coloración amarillenta de la piel y los ojos. Es el resultado de tener demasiada bilirrubina en la sangre. La bilirrubina es una sustancia amarilla que se produce a partir de la descomposición de los glóbulos rojos.
Muchos recién nacidos desarrollan ictericia. La ictericia en recién nacidos suele ser leve y desaparece en una o dos semanas. Sin embargo, los bebés con ictericia necesitan revisiones médicas periódicas, ya que la ictericia grave puede causar daño cerebral.
La Academia Estadounidense de Pediatría (AAP) recomienda que todos los recién nacidos sean examinados para detectar ictericia antes de salir del hospital y de tres a cinco días después del nacimiento.
La ictericia suele presentarse en los recién nacidos porque su hígado no está completamente desarrollado. Se debe a un exceso de bilirrubina en la sangre. La bilirrubina es una sustancia amarilla que se produce a partir de la descomposición de los glóbulos rojos.
Algunas otras afecciones médicas que empeoran la ictericia del recién nacido son:
La ictericia puede presentarse en bebés de cualquier género, raza o etnia. Sin embargo, ciertos factores de riesgo aumentan la probabilidad de que un recién nacido presente ictericia:
La ictericia suele aparecer en los recién nacidos el segundo o tercer día después del nacimiento. La ictericia del recién nacido progresa con el siguiente patrón de gravedad. La etapa 1 es la menos grave.
Si la ictericia del recién nacido es muy grave y no se trata, puede causar daño permanente al cerebro. Sin embargo, en la mayoría de los recién nacidos, la ictericia es temporal y no causa daño.
La ictericia suele notarse en los primeros días de vida. Si la ictericia persiste o empeora durante dos semanas después de que el bebé salga del hospital, debe ser examinado nuevamente por un médico.
La ictericia del recién nacido se diagnostica mediante un examen médico del aspecto del bebé y mediante análisis de sangre.
La gravedad de la ictericia del recién nacido determinará si se necesita tratamiento y de qué tipo:
En la mayoría de los casos, la ictericia neonatal es normal y no se puede prevenir. Sin embargo, una alimentación adecuada y la estimulación intestinal pueden ayudar a prevenirla.
La ictericia en los recién nacidos es normal y suele desaparecer por sí sola. Si persiste, se deben realizar más pruebas.
Las visitas de seguimiento al médico del bebé forman parte de la rutina de salud habitual. Durante estas visitas, se revisará el aspecto del bebé y sus niveles de bilirrubina para determinar si se requiere atención adicional. Si la ictericia dura más de dos semanas, se debe contactar al profesional de la salud de inmediato.
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Revisado médicamente en marzo de 2025
Última actualización el 18 de marzo de 2025 a las 04:28 p. m.