La enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD, por sus siglas en inglés) es la forma más común de enfermedad hepática crónica en niños y adolescentes. Ocurre cuando tienes demasiada grasa en el hígado. Tu hígado ingiere alimentos directamente del intestino y procesa grasas, carbohidratos y proteínas en energía y otras proteínas. Un desequilibrio en este proceso puede provocar que entre demasiada grasa en las células del hígado.
La enfermedad del hígado graso no alcohólico es un grupo de condiciones que ocurren en diferentes etapas:
Los niños contraen NAFLD por factores ambientales y genéticos. Los niños pueden correr un mayor riesgo si:
Algunas condiciones pueden parecerse a NAFLD y deben descartarse mediante investigaciones porque los tratamientos son muy diferentes. Estas condiciones pueden incluir:
Es común que los niños que tienen NAFLD no muestren ningún síntoma en las primeras etapas. Es más común que los síntomas se desarrollen una vez que se ha producido un daño significativo en el hígado.
Algunos síntomas incluyen:
Si se desarrolla cirrosis, pueden presentarse los siguientes síntomas:
No existe una prueba específica para NAFLD. A la mayoría de los niños se les diagnostica porque se les está haciendo una prueba para otra cosa a través de análisis de sangre de rutina y ecografías. En algunos casos, puede ser necesaria una biopsia de hígado para confirmar el diagnóstico y evaluar el hígado. Es importante tener una conversación honesta con el proveedor médico de su hijo sobre su salud y estilo de vida porque la enfermedad hepática puede tener muy pocos síntomas.
NAFLD puede ser causado por factores genéticos y ambientales; por lo tanto, no siempre es posible evitarlo. Puede reducir el riesgo de su hijo mediante el ejercicio, una alimentación saludable y el control de las condiciones médicas existentes.
Actualmente no hay medicamentos aprobados para tratar la NAFLD, pero sabemos que la cantidad de grasa en el hígado se puede reducir mediante la pérdida de peso, una alimentación saludable y ejercicio regular. Los profesionales médicos a menudo buscan la ayuda de un dietista.
Siga una dieta saludable con porciones controladas y evite las porciones de adultos para niños y jóvenes.
Revise las etiquetas de los alimentos que come y sepa qué contiene el alimento que está comiendo. Los alimentos tienen grasas, azúcares y sal ocultos.
Cambia las bebidas azucaradas y el desayuno por cosas como bebidas sin azúcar/bajas en calorías o cereales integrales sin azúcar añadido.
Aumente la ingesta de fibra al incluir frijoles y lentejas en su dieta diaria.
Trate de comer cinco porciones de frutas y verduras al día.
Evite freír los alimentos y trate de cocinarlos a la parrilla, al horno o escalfados en su lugar.
Beber agua como principal aporte de líquidos
Los niños y jóvenes deben tener al menos 60 minutos de actividad física al día.
El sueño es igual de importante. Trate de limitar el tiempo de pantalla y asegúrese de que su hijo duerma lo suficiente. Los pediatras recomiendan menos de 2 horas de pantalla al día.
Si el hígado se daña tanto que no puede funcionar correctamente, es posible que se necesite un trasplante.
Esta presentación de Rachel W Smith, MD y Jaime Chu, MD es un extracto del Concurso de Carteles ALF 2021.
Última actualización el 16 de agosto de 2023 a las 12:48