La insuficiencia hepática crónica, también llamada enfermedad hepática en etapa terminal, progresa durante meses, años o décadas. La mayoría de las veces, la insuficiencia hepática crónica es el resultado de la cirrosis, una afección en la que el tejido cicatricial reemplaza al tejido hepático sano hasta que el hígado no puede funcionar adecuadamente. Se considera que los pacientes con función hepática anormal que desarrollan ascitis, hemorragia por varices, encefalopatía hepática o insuficiencia renal tienen enfermedad hepática en etapa terminal (ESLD).