Conozca a Kathy, una apasionada embajadora de defensa de ALF y amorosa esposa y cuidadora de su esposo, PJ, quien se sometió a un trasplante de hígado en 2018.
Stacey se involucró con ALF después de asistir a un programa de cuidadores en el hospital donde a su pareja, Zach, le diagnosticaron una enfermedad hepática en etapa terminal.
Estoy respondiendo con mi experiencia con HE como cuidador de mi hermano, Javier Núñez, quien falleció el 8/8/11 debido a una hemorragia cerebral 3 días después del trasplante.
Como cuidador durante los 7 años y 9 meses que mi esposo esperó su trasplante, HE fue, con mucho, el efecto secundario más difícil de tratar de la enfermedad hepática.
No supe nada de la EH hasta que mi esposa estaba en su lecho de muerte con insuficiencia hepática y su médico me preguntó sobre ciertos síntomas, observó su estado físico y me dio un diagnóstico.
Actualmente cuido a mi madre de 77 años que ha tenido cirrosis durante más de 10 años y tiene episodios frecuentes de EH. Lo que complica el asunto es el hecho de que ella también tiene diabetes.
No sé si aún necesitan historias relacionadas con la cirrosis, pero la situación de mi esposo es única. Tiene deficiencia de alfa-1 anti-tripsina que en realidad atacó su hígado en lugar de los pulmones.
Fui su cuidador a tiempo completo durante varios años y observé su insuficiencia hepática gradual y episodios de HE leve, moderada y grave, que resultaron en hospitalización.
A mi esposo, Steven, le diagnosticaron hepatitis C, cirrosis y HE. Esta ha sido la cosa más triste, deprimente y aterradora con la que he tenido que lidiar en mi vida.