Historias de pacientes

Carter tenía ictericia desde que nació, pero no del tipo que desaparece con el tiempo. Sus médicos confirmaron que tenía una enfermedad hepática cuando tenía 7 semanas.

Trabajar para ALF estos últimos 10 años ha sido una misión para mí. Tuve EHNA, me hicieron un trasplante y cada vez que puedo ofrecer esperanza a alguien, me siento muy bien.

No pensé mucho en mi peso o salud durante este tiempo. Me diagnosticaron hígado graso y mi peso se salió de control cuando llegué a las 352 libras.

Julie donó el 65% de su hígado a un extraño. Después de investigar la donación en vida, Julie descubrió que muchos centros de trasplante no hacían donaciones altruistas de hígado.

Sus enzimas hepáticas volvieron elevadas. La enfermera practicante quería que Paysen viera a un gastroenterólogo pediátrico.

Luego, un especialista gastrointestinal pediátrico nos presentó una enfermedad llamada atresia biliar. Nos dijeron que la única forma de salvar a NUESTRA bebé era pasar por un procedimiento de Kasai.

Me diagnosticaron atresia biliar alrededor de los 6 meses de edad. Me pusieron en la lista de trasplantes y recibí mi nuevo hígado el 14 de enero de 1983.

Un equipo médico del New York Columbia Presbyterian Hospital realizó su primera cirugía de trasplante de hígado de donante vivo en Kevin, mi hermano menor. Yo era el donante vivo.

Me diagnosticaron hepatitis C por primera vez el 16 de octubre de 2019. Estaba perdido y confundido. No tenía ni idea de con qué estaba lidiando.

A Elaina se le diagnosticó atresia biliar a las dos semanas de edad y se le realizó el procedimiento de Kasai a las tres semanas.

Como la mayoría de las personas, nunca antes había oído hablar de esta enfermedad, pero todo cambió cuando a mi hija, Julia, le diagnosticaron atresia biliar en el otoño de 2017 con solo 3 meses de edad.

Me diagnosticaron hepatitis C en 1993. Probé varios planes de tratamiento en ese entonces y nada funcionó. Mi enfermedad continuó devastando mi hígado, causándome tantos problemas.