David es padre de dos y abuelo de dos, ha experimentado la lucha contra la enfermedad hepática durante muchos años. Su historial médico: Hepatitis C (dos veces), cirrosis y un trasplante de hígado.
Mi nombre es Lori Gavin y en 2009 me diagnosticaron hepatitis C. ¡Esta noticia me golpeó como una tonelada de ladrillos!
Cuando me diagnosticaron Hepatitis CI pensé ¿cómo me podía pasar esto a mí? Sabía que algo andaba mal cuando estaba cansado todo el tiempo.
Hace treinta y cuatro años, tuve una transfusión de sangre durante el tratamiento de la leucemia. Me salvó la vida pero también me dio hepatitis C.
Mi hija nos informó de un brote reciente de hepatitis A, los médicos nos informaron que di positivo y también tenía un poco de cirrosis.
Fui hospitalizado después de sufrir una lesión en la mano y el día después de completar el trabajo de laboratorio previo a la cirugía, una enfermera me visitó y me explicó que habían descubierto “hepatitis no A, no B”.
La ironía era que me habían contratado como especialista en hepatitis C para la ciudad de Boston y estaba en proceso de aprender sobre este virus. Entonces ¡BAM! Obtengo mi diagnóstico.
Cuando tenía 19 años fui internado en el hospital con ictericia. Reapareció la ictericia y se determinó que tenía hepatitis C.
Después de donar sangre por primera vez, se descubrió que tenía una infección activa de hepatitis C, probablemente como resultado de transfusiones cuando nació.
Ordenó un análisis de sangre que reveló que sus enzimas hepáticas estaban elevadas. Astutamente ordenó una prueba de hepatitis C que resultó positiva.