Trasplante de hígado

Charlie Richardson y su hermana gemela nacieron 7 semanas antes de tiempo en mayo de 2005. Cuando tenía 3 días de edad, Charlie desarrolló una entercolitis necrosante, que afectó sus intestinos subdesarrollados, y necesitó 2 cirugías para extirpar el tejido intestinal muerto. Se le administró TPN (nutrición parenteral total o líquidos intravenosos) para recibir su nutrición y se esperaba que estuviera en casa en unas pocas semanas. Desafortunadamente, su cuerpo no se curó como esperaban los médicos y pasó los siguientes 4 meses en la UCIN obteniendo la mayor parte de su nutrición de líquidos intravenosos. Este uso prolongado de TPN ejerció presión sobre el hígado de Charlie y provocó cicatrices que esperábamos que se curaran con el tiempo. Esta cicatrización finalmente hizo que Charlie desarrollara hipertensión portal. Como su sangre no podía fluir libremente a través de su hígado, comenzó a retroceder hacia su bazo y causó una hemorragia interna. Esto resultó en que el bazo de Charlie se volviera anormal y cada vez más grande. Sus actividades deportivas requerirían que usara una camiseta protectora para evitar daños o ruptura de su bazo.

En 2013, Charlie se bajó del autobús de la escuela de camino a casa y vomitó grandes cantidades de sangre. Fue trasladado en ambulancia y luego en helicóptero Flight for Life al Hospital de Niños, donde recibió una endoscopia superior y un procedimiento de banda para cortar el flujo sanguíneo de las várices esofágicas que se habían desarrollado debido a su hipertensión portal. La sangre no tenía adónde ir debido a la presión en su vena porta, por lo que encontró otras rutas a través de su esófago. Este procedimiento fue el primero de los 9 alcances que tuvo Charlie durante los siguientes años y medio. Después de este tiempo, sus médicos determinaron que el hígado de Charlie empeoraba progresivamente y que un trasplante de hígado era su única esperanza. En tan solo 1 meses recibimos la llamada de que había un hígado disponible para Charlie. Las palabras no pueden expresar lo que estábamos sintiendo cuando recibimos esa llamada y estaremos eternamente agradecidos por el regalo desinteresado que se le ha dado.

Desde el trasplante de Charlie en 2014, le ha ido increíblemente bien y su nuevo hígado está funcionando perfectamente. Su sonrisa, a través del dolor y la recuperación que siguió, continuó brillando. Es un modelo de fuerza, alegría, coraje y luz para todos los que lo conocen. El es nuestro héroe. Confiamos en que Dios tiene un plan para ayudar a Charlie a vivir la vida que imagina en su espíritu y esto se demuestra cada día que continúa prosperando.

Última actualización el 11 de julio de 2022 a las 04:10

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