Esteatohepatitis no alcohólica (NASH)*

Mi hermano mayor, Paul, se sometió a diálisis en 2012. Es mi hermano mayor y siempre nos cuidó a mí ya mis 2 hermanos menores cuando éramos niños. Cuando le dijeron que necesitaba un trasplante de riñón. Le ofrecí ser su donante vivo. Así que a principios de mayo de 2013, me preparé para estar en la mejor salud posible para darle un buen riñón. Necesitaba bajar de peso. Me uní a la YMCA donde nadé vueltas. De hecho, conseguí hasta 1 milla al día 6 días a la semana. Comí comidas saludables. Me uní a una clase semanal de Zumba. Estaba progresando bien y me sentía bien. Solo 7 meses después, diciembre de 2013, había perdido 96 libras y podía ver mi meta a la vista.

Fue 2 días antes de Navidad, me desperté con gripe. Paul se sometió a diálisis ese día y quería quedarse en casa para cuidarme. Lo convencí de que fuera a la diálisis ese día y le prometí que me cuidaría.

Me quedé en la cama todo el día sintiéndome fatal. Justo antes de que Paul llegara a casa para ver cómo estaba, me di una ducha para intentar sentirme mejor. Aproximadamente 5 minutos después de que él llegó a casa, sentí náuseas y tomé una taza de espuma de poliestireno, una taza grande de 32 onzas que vomité sangre. Suficiente sangre para llenar esa taza casi hasta el borde. Yo estaba en shock y Paul también. El pobre Paul terminó llevándome a Urgencias esa noche. Esa fue la noche en que me dijeron que no podía ser donante de riñón para mi hermano porque tenía una enfermedad hepática en etapa terminal y necesitaba un trasplante de hígado. No podía creerlo, no era bebedor ni fumador ni consumía drogas ni nada que yo supiera que me daría una enfermedad hepática. Más tarde descubrí que era mi peso lo que dañaba mi hígado.

Finalmente me pusieron en la lista de espera para un trasplante de hígado en marzo de 2015, y tuve la suerte de recibir mi segunda oportunidad el 11 de febrero de 2016. Una persona generosa en Texas me dio la oportunidad de vivir. Le agradezco a ella y a su familia por hoy y todos los días.


Me inscribí para ser donante vivo de riñón para mi hermano mayor. Eso me llevó a que me diagnosticaran enfermedad hepática en etapa terminal. Yo no podía ser su donante. Ahora soy un receptor de Liver. Me propuse salvar a mi hermano, él a su vez me salvó a mí. Estoy inscrito para ser donante de órganos, tejidos y ojos. Sé de primera mano las cosas maravillosas que puede traer la donación de órganos. 

*La esteatohepatitis no alcohólica (NASH) ha pasado a denominarse recientemente esteatohepatitis asociada a disfunción metabólica (MASH).

Última actualización el 18 de enero de 2024 a las 11:05 am

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