La hepatitis autoinmune es una enfermedad en la que el propio sistema inmunológico del cuerpo ataca al hígado y hace que se inflame. La enfermedad es crónica, lo que significa que dura muchos años. Si no se trata, puede provocar cirrosis e insuficiencia hepática.
Hay dos formas de esta enfermedad. La hepatitis autoinmune de tipo 1, o clásica, es la forma más común. Esta es la forma que afecta principalmente a las mujeres jóvenes y a menudo se asocia con otras enfermedades autoinmunes. La hepatitis autoinmune tipo 2 es menos común y generalmente afecta a niñas de entre 2 y 14 años.
Su sistema inmunológico normalmente ataca bacterias, virus y otros organismos invasores. No se supone que ataque sus propias células; si lo hace, la respuesta se llama autoinmunidad. En la hepatitis autoinmune, su sistema inmunológico ataca las células del hígado, causando inflamación y daño hepático a largo plazo. Los científicos no saben por qué el cuerpo se ataca a sí mismo de esta manera, aunque la herencia y las infecciones previas pueden influir.
A menudo, los síntomas de la hepatitis autoinmune son menores. Cuando se presentan síntomas, los más comunes son fatiga, malestar abdominal, dolor en las articulaciones, picazón, ictericia (coloración amarillenta de la piel y el blanco de los ojos), agrandamiento del hígado, náuseas y angiomas de araña (vasos sanguíneos) en la piel. Otros síntomas pueden incluir orina oscura, pérdida de apetito, heces pálidas y ausencia de menstruación. Las complicaciones más graves pueden incluir ascitis (líquido en el abdomen) y confusión mental. En el 10% -20% de los casos, la hepatitis autoinmune puede presentarse con síntomas como una hepatitis aguda.
La hepatitis autoinmune a menudo ocurre de repente. Al principio, es posible que sienta que tiene un caso leve de gripe. Para confirmar un diagnóstico de hepatitis autoinmune, su médico utilizará análisis de sangre y una biopsia de hígado, en la que se extrae una muestra de tejido hepático con una aguja para examinarla en un laboratorio.
El objetivo del tratamiento es detener el ataque del cuerpo sobre sí mismo mediante la supresión del sistema inmunológico. Esto se logra con un medicamento llamado prednisona, un tipo de esteroide. A menudo, también se usa un segundo fármaco, azatioprina (Imuran). El tratamiento comienza con una dosis alta de prednisona. Cuando los síntomas mejoran, se reduce la dosis y se puede agregar azatioprina. En la mayoría de los casos, la hepatitis autoinmune se puede controlar pero no curar. Es por eso que la mayoría de los pacientes necesitarán tomar el medicamento durante años y, a veces, de por vida. Desafortunadamente, el uso prolongado de esteroides puede causar efectos secundarios graves, como diabetes, osteoporosis, presión arterial alta, glaucoma, aumento de peso y disminución de la resistencia a las infecciones. Es posible que se necesiten otros medicamentos para controlar estos efectos secundarios.
Aproximadamente el 70 por ciento de las personas con hepatitis autoinmune son mujeres, generalmente entre las edades de 15 y 40. Muchas personas con esta enfermedad también tienen otras enfermedades autoinmunes, como diabetes tipo 1, tiroiditis (inflamación de la glándula tiroides), colitis ulcerosa (inflamación de la el colon), vitiligo (pérdida irregular de la pigmentación de la piel) o síndrome de Sjogren (ojos secos y boca seca).
Los ensayos clínicos son estudios de investigación que prueban qué tan bien funcionan los nuevos enfoques médicos en las personas. Antes de que un tratamiento experimental pueda probarse en sujetos humanos en un ensayo clínico, debe haber mostrado beneficio en pruebas de laboratorio o estudios de investigación con animales. Luego, los tratamientos más prometedores se trasladan a ensayos clínicos, con el objetivo de identificar nuevas formas de prevenir, detectar, diagnosticar o tratar una enfermedad de manera segura y eficaz.
Hable con su médico sobre el progreso continuo y los resultados de estos ensayos para obtener la información más actualizada sobre nuevos tratamientos. Participar en un ensayo clínico es una excelente manera de contribuir a curar, prevenir y tratar la enfermedad hepática y sus complicaciones.
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Última actualización el 16 de marzo de 2023 a las 03:51 p. m.