El daño hepático es progresivo, lo que significa que con el tiempo (sin diagnóstico o tratamiento exitoso), puede conducir a cirrosis o enfermedad hepática en etapa terminal (ESLD, por sus siglas en inglés). La ESLD también se conoce como insuficiencia hepática crónica.
La ESLD puede ser causada por muchas cosas, incluidas, entre otras, la hepatitis B, la hepatitis C, el hígado graso en curso que conduce a NASH (esteatohepatitis no alcohólica), el consumo excesivo de alcohol, las enfermedades hereditarias del hígado y más.
Las personas con ESLD pueden desarrollar complicaciones a medida que el hígado pierde su capacidad para realizar sus múltiples funciones.
Última actualización el 6 de septiembre de 2023 a las 04:39